Esta semana en todos los grupos intentamos terminar nuestros trabajos lo mejor posible, pero debido a ciertos problemas técnicos, algunos habrían necesitado un poco más de tiempo. Esto no nos preocupa porque nos sirve de aprendizaje y en cursos sucesivos seguro que lo controlamos mejor.
Ya nos hemos despedido Global 1, matemáticos, Global 3 y lingüistas, con un poquito de pena, sobre todo con los mayores que pronto empezarán en el instituto.
Por eso, aquí va su último trabajo en el aula, han decidido escribir una historia con personajes, acción, época y lugar al azar y estos son los resultados:
Batida en Saturno
Quinto Sertorio viajó al futuro en una máquina del tiempo inventada por él mismo.
La máquina funcionó, pero las coordenadas fallaron y por error apareció en Saturno.
El nunca habría imaginado que Saturno era así.
Estaban en la Edad de Piedra, en las cavernas. Se comunicó con uno de los habitantes y este le dijo, en latín, tenemos una plaga de murciélagos.
Quinto Sertorio iba armado y les quiso ayudar, entró en las cavernas y vio que aquello era preocupante, así que desenfundó su espada y empezó a atrapar murciélagos en jaulas. Salvó a los saturninos y volvió a Roma muy satisfecho
El partido definitivo
Súper Patata, jefe de la liga de las Verduras Invencibles, estaba hace 50 años, en el Everest jugando a fútbol en su tiempo libre, ya que allí nadie podía descubrir su identidad secreta (ridículos tubérculos).
Después del descanso, cero a cero en el marcador. A falta de dos minutos para el final, Súper Patata, divisó una oportunidad para marcar el gol de su vida. El portero, una patata brava, en ese momento estaba distraído. Súper Patata cogió la pelota, arrancó, apuntó y...¡¡¡Goooooool!!! Su equipo fue el campeón.
Guerras
Érase una vez en el Imperio Romano un gato llamado César, capitán de los mininos y un bulldog llamado Ocaña, capitán de los caninos.
El minino estaba en el jardín de su casa cuando fue atacado, secuestrado y llevado a su tierra natal, el país de las maravillas. Aquí dos hermanas, La reina blanca y la reina roja luchaban por el reino.
Eran muy distintas: una amable, la otra cruel; una amante de los animales, la otra despiadada...
Por una vez se pusieron de acuerdo para salvar a su amigo Julio César. entre los animales y los seres fantásticos derrotaron a Ocaña y fueron felices y comieron perdices.
Dos siglos después, el nieto de Ocaña fue al país para vengar la muerte de su abuelo y se produjeron los fusilamientos del 25 de mayo.
Actualmente hay gente que escribe libros sobre esta historia y los expone junto al cuadro de Francisco de Goya.
No hay comentarios:
Publicar un comentario